El pasado año se publicó el estudio Entrenamiento antigravitatorio e inmersivo de realidad virtual para la rehabilitación de la marcha en la enfermedad de Parkinson: estudio piloto y de viabilidad, un estudio piloto desarrollado en la Universidad de San Jorge, y a través del cual se ha analizado la efectividad de la aplicación de la realidad virtual, combinada con otros elementos, para reproducir diferentes espacios que simulen las condiciones de marcha lo más reales posibles. Hablamos con el Dr. Pablo Herrero Gallego, investigador de este estudio.
¿Cuál era/es el objetivo de la investigación?
El objetivo de la investigación fue evaluar la viabilidad y la eficacia preliminar de la asistencia mecánica para la marcha combinada con la realidad virtual inmersiva en pacientes con enfermedad de Parkinson.
¿De dónde surge este proyecto?
Este proyecto surge de dos empresas del sector aeronáutico, una italiana y otra francesa, que han desarrollado un prototipo inicial que les gustaría seguir desarrollando. Estas empresas me contactaron para participar en un proyecto europeo dirigido a mejorar este prototipo, que había sido originariamente desarrollado para similar la marcha de los astronautas en el espacio, y ahí empezó la colaboración. Posteriormente, con un prototipo más avanzado, decidimos testarlo con la Asociación de Párkinson de Aragón y poder de esta forma analizar la efectividad de un sistema como este para la reeducación de la marcha en pacientes con párkinson.
¿Qué es el entrenamiento antigravitatorio e inmersivo de realidad virtual?
El entrenamiento antigravitatorio consiste en el uso de tecnología que permita la descarga parcial del peso, de forma personalizada a las necesidades de cada paciente con el objetivo de poder optimizar la reeducación de la marcha. Estos sistemas son relativamente frecuentes de encontrar en centros de rehabilitación especializados pero a veces no se combinan con realidad virtual y, cuando lo hacen, en ocasiones se usa realidad virtual no inmersiva. En nuestro caso hemos utilizado realidad virtual inmersiva con un ambiente tridimensional creado por un ordenador, utilizando un casco de realidad virtual y un joystick para cada mano. Los joysticks ofrecían la posibilidad de usar ambas manos, lo que mejoraba aún más la interacción con la realidad virtual y la rehabilitación en doble tarea, ya que el paciente anda a la vez que manipula los joysticks. Integrar ambos sistemas permite al paciente una mejor experiencia y posiblemente que la reeducación de la marcha sea más efectiva.
¿Por qué consideráis importante investigar sobre la rehabilitación de la marcha en la enfermedad de Parkinson?
En primer lugar, tener una marcha segura es sinónimo de una mayor independencia, por lo que su mantenimiento es siempre un objetivo en sí mismo. Además, desde una perspectiva de salud global, disponer de una marcha de la mejor calidad posible va a conllevar una serie de beneficios asociados al aumentar la actividad física y la movilidad del paciente y por tanto un impacto beneficioso sobre el resto de sistemas del cuerpo humano y sobre la salud general, incluyendo la esfera psicosocial, muy importante en estos pacientes.
¿Para qué perfil de personas con párkinson podría ser más beneficiosa esta intervención, fase inicial o fase avanzada?
En principio la intervención con este tipo de fisioterapia personalizada es algo que siempre resultará beneficioso para el paciente, al margen del estado en el que se encuentre. Hay que tener en cuenta que, aunque el equipo utilizado es un equipo clínico, se está estudiando la incorporación de equipos más sencillos a nivel domiciliario que permitan hacer esta actividad en casa de forma supervisada por un fisioterapeuta y sin renunciar al componente de interacción social que podría permitir por ejemplo salir a caminar con otras personas en tu misma situación. Esto además ahora tiene una gran importancia ya que muchas personas por la situación derivada del COVID han disminuido su actividad física con un impacto muy negativo sobre su salud, y utilizar este tipo de equipos podría permitir un mantenimiento de la marcha sin riesgo de caídas y sin riesgo de COVID, algo importante a considerar en el momento actual. Aunque este tipo de prototipos se están desarrollando, creo que sería una forma de conseguir esta fisioterapia personalizada online, de la que además puedan sacarse parámetros objetivos que permitan evaluar la evolución del paciente.
¿Podría ser esta intervención complementaria a las terapias rehabilitadoras, como la fisioterapia, que se ofrecen las asociaciones de párkinson?
Si, de hecho este estudio se realizó en la Asociación de Parkinson Aragón con la ayuda de sus fisioterapeutas, quienes además de un trabajo específico con el paciente pueden complementar el trabajo mediante la implementación de un protocolo como el que se realizó en el estudio.
¿Con qué problemas os encontráis al hacer investigación en España?
Generalmente el mayor problema que tenemos, también por todos conocido, es conseguir fondos para seguir desarrollando estudios. En este caso pudimos conseguir un proyecto europeo que permitió realizar el estudio y hemos contado con la ayuda del fabricante de Motigravity que nos ha cedido un prototipo que hemos instalado en la Universidad de Zaragoza, pero para poder hacer investigaciones se necesita contar con jóvenes investigadores que puedan dedicar tiempo a ello con la ayuda de investigadores más experimentados que, aunque tienen la experiencia necesaria, no disponen por lo general de tanto tiempo para realizar determinadas tareas que una investigación exige.
¿Cuáles son las conclusiones principales a las que llegasteis?
Las conclusiones a las que llegamos es que nos pareció efectivo como sistema, pero a su vez detectamos muchas mejoras a realizar, como la posibilidad de incluir más escenarios que puedan simular las diferentes situaciones de la vida real, como por ejemplo la inclusión de ruidos u obstáculos inesperados que pueden comprometer la seguridad de la marcha.
¿Cuáles crees que podrían ser los próximos pasos tras esta investigación?
Nos gustaría seguir testando las nuevas mejoras en el equipo y a su vez ver si puede integrarse más tecnología que basada en los datos de la marcha de cada paciente permita predecir la posibilidad de caídas o la congelación de la marcha característica de muchos pacientes, de forma que nos permita encontrar tratamientos efectivos de la misma. Con este objetivo se ha solicitado un proyecto RETOS del plan nacional junto a otros investigadores del grupo Howlab, de la Universidad Politécnica de Cataluña y Politécnica de Madrid para intentar conseguir fondos que permitan seguir investigando en este tema.
¿Algo más que quieras añadir?
Agradecer el interés por difundir los resultados de nuestra investigación, ya que nos parece tan importante difundirlo a la comunidad científica como a la sociedad, y en la mayoría de las ocasiones a los investigadores lo que más nos cuesta es que lo que hacemos sea conocido por la sociedad.