En Nature Medicine se publica un estudio realizado lo largo de dos años con monos con párkinson inducido. Estos animales han recibido un trasplante (de manera autóloga o alogénica) de células madre pluripotentes inducidas para formar neuronas dopaminérgicas, bajo la hipótesis de la mejora de la sintomatología de la enfermedad de Parkinson.
- En el trasplante autólogo las células madre provienen del mismo ser vivo, es decir, el receptor es al mismo tiempo el donante.
- En el trasplante alogénico las células madre se obtienen de un donante que tiene características genétihcas similares a las del receptor.
- Las células madres pluripotentes son aquellas que pueden diferenciarse en cualquier tipo de célula.
Los monos utilizados en el estudio tienen edades entre 5 y 9 años, mientras que en otros estudios se usan animales más jóvenes, lo cual es interesante para obtener resultados más precisos porque la edad es un factor importante en el desarrollo de la enfermedad. A estos animales se les induce la enfermedad mediante la inyección de la neurotóxina MPTP. Tras la inyección desarrollan la enfermedad de manera unilateral, en vez de bilateral, cómo ocurre verdaderamente en la enfermedad de Parkinson, lo cual puede contribuir a la mejora en los síntomas de comportamiento. Pasados 3 años después de la inyección, se procede al trasplante para poder asegurarse que los macacos han desarrollado la enfermedad de manera estable y así obtener resultados más realistas.
Los estudios han demostrado que gracias al trasplante autólogo, pero no alogénico, se mejoran los síntomas motores y depresivos propios de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, la efectividad de los trasplantes autólogos se pone en duda ya que, a pesar de las mejoras iniciales, dos años después de haber efectuado el trasplante, las mejoras fueron mínimas. Aun así, durante los dos años del estudio sí que se mostraron avances y por lo tanto se reconoce su potencial clínico. Tampoco se descarta la futura aplicación de trasplantes alogénicos con el uso de inmunosupresores, ya que suponen una ventaja en cuanto a la simplificación de la producción de grandes cantidades de células madre estandarizadas compatibles con muchos receptores, disminuyendo así el gasto y el tiempo de producción.
Mediante la tecnología PET-DTBZ se pudo comprobar que gracias al trasplante autólogo se había aumentado la actividad generalizada de la dopamina. Esta técnica es menos afectada por efectos compensatorios en la vía nigroestrial (vía afectada en la enfermedad) y efectos compensatorios de medicamentos para el párkinson, por lo tanto es más precisa. De hecho, se desveló una correlación entre las neuronas trasplantadas, los resultados del PET y las mejoras motoras: por lo tanto, el PET es una buena herramienta para medir y predecir los resultados terapéuticos del trasplante.
Además, se tomaron muestras de la sección coronal del cerebro y se comprobó el crecimiento de los axones de las neuronas dopaminérgicas procedentes del trasplante autólogo, y que habían formado conexiones con otras zonas cerebrales, lo cual también explica las mejoras en los síntomas depresivos.
Accede al artículo completo en Nature Medicine.
Resumen realizado por Gabriela Ochoa García
Estudiante de último curso de Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid. Me gustaría enfocar mi futuro profesional en torno a la medicina preventiva. Empecé el voluntariado en la Federación gracias a una charla en la facultad sobre la enfermedad en la que Andrés Álvarez, el actual presidente, contó su experiencia personal.