Un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden y del Hospital Docente de Haga, ambos en Holanda, han publicado un artículo de investigación en la revista científica Parkinsonism and Related Disorders acerca del nivel de satisfacción de las personas con párkinson que se someten a la intervención de Estimulación Cerebral Profunda (ECP).
Según la SEN (2016)[i], los factores que influyen en el resultado clínico de la ECP son fundamentalmente: la correcta indicación clínica, la adecuada selección del candidato/a, la precisión en la colocación de los electrodos en la diana, el manejo postoperatorio con la programación de la estimulación eléctrica y los ajustes farmacológicos.
Aunque la ECP se ha mostrado efectiva en la mejora de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson que son resistentes a la medicación, según los/as autores/as la literatura científica disponible indica que existen discrepancias entre la mejora objetiva de los síntomas y la percepción de cambio y nivel de satisfacción que tienen personas tras la cirugía. Así, el objeto del presente estudio es indagar si el test SCT (Stimulation Challenge Test) de estimulación que se realiza tras la ECP para evaluar su efectividad puede mejorar la percepción de cambio y nivel de satisfacción de las personas.
Para ello, los/as autores han llevado a cabo un estudio de seguimiento a 1 y 2 años de 54 personas con párkinson que se habían sometido a la ECP. Emplearon una serie de instrumentos de evaluación como la escala SENS-PD (SEverity of predominantly Nondopaminergic Symptoms in PD), que evalúa la gravedad de los síntomas no motores y la escala MDS-UPDRS III (Movement Disorders Society Unified Parkinson’s Disease Rating Scale), que evalúa el nivel de funcionamiento motor. De cara a evaluar el beneficio que la ECP había tenido en el estado de la persona, evaluaron y compararon los estados ON y OFF tanto antes de la operación como después. Por último, para conocer la valoración de las personas en relación al cambio observado y su nivel de satisfacción, administraron las escalas GIC (Global Impression of Change) y la escala GSS (Global Satisfaction with Surgery) tanto antes como después de la ECP.
La investigación indica que la gravedad de la enfermedad estimada por las personas fue menor después de la ECP que antes de la misma, y que la valoración de las personas con respecto al cambio observado y su nivel de satisfacción tras la operación, fue más alta después del test de estimulación SCT que antes.
Los/as investigadores/as concluyen que realizar el test de estimulación SCT tras la ECP es recomendable dado que mejora el nivel de satisfacción de las personas, y consideran esta información relevante tanto para la práctica clínica como para el contexto de los ensayos clínicos.
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Lee el artículo en inglés en la revista Parkinsonism and Related Disorders.
[1]Guía oficial de práctica clínica en la enfermedad de Parkinson (2016). Sociedad Española de Neurología.