La inestabilidad postural es un síntoma que usualmente se identifica en fases tardías de la enfermedad de Parkinson, siendo una de las causas de caídas recurrentes en personas afectadas. La evaluación de la estabilidad postural es crucial para determinar el estadio de la enfermedad ya que su aparición marca el progreso en la escala Hoehn y Yahr. El diagnóstico de inestabilidad es subjetivo y usualmente requiere maniobras que deben ser realizadas por un/a explorador/a experimentado/a, lo cual lleva a su infra diagnóstico.
Algunos estudios previos relacionan la inestabilidad postural con algunas alteraciones cognitivas. Dichas alteraciones han sido caracterizadas en el párkinson desde fases iniciales y una de las más conocidas es la disminución de la velocidad de procesamiento de la información. Estudios previos del Grupo de investigación de neurorrehabilitación del daño cerebral y los Trastornos del Movimiento (GINDAT) de la Universidad Francisco de Vitoria, liderado por el Dr. Juan Pablo Romero, señalan que esta alteración se focaliza en los procesos atencionales y condiciona la lentificación de funciones más complejas. La medición de tiempos de reacción usando un ordenador permite hacer una estimación de la velocidad de procesamiento de la información.
El principal objetivo de la investigación desarrollada por GINDAT fue explorar si el estudio computarizado de los tiempos de reacción es una medida que ayude a predecir el equilibrio de manera complementaria a la exploración física.
Se ha realizado un estudio de corte transversal incluyendo 52 pacientes con enfermedad de Parkinson sin alteraciones cognitivas diagnosticadas. Se evaluó la estabilidad postural de los pacientes usando dos métodos. Por un lado, la evaluación subjetiva que se realiza habitualmente en consultas mediante la maniobra “pull test” y, por otro lado, una evaluación objetiva, usando un posturógrafo estandarizado de la marca Biodex. El mismo día los pacientes se sometieron a una evaluación computarizada de los tiempos de reacción para estimar su velocidad de procesamiento. Se realizaron análisis estadísticos de correlación y regresión lineal con estos datos.
La velocidad de procesamiento se correlacionó con todas las formas de evaluación de la estabilidad postural. Los pacientes que presentaban peor estabilidad postural también tenían tiempos de reacción más lentos. Estos valores también se asociaron al progreso de la enfermedad, pero no se relacionaron con la edad. Es decir que no son más inestables los pacientes mayores sino quienes tienen una mayor progresión de la enfermedad.
Los resultados de este estudio sugieren que la computarización de los tiempos de reacción podría incluirse de manera complementaria en la evaluación de la progresión de la enfermedad de Parkinson. Esta prueba es económica y accesible e incluso podría realizarse en línea y de forma remota. La identificación de velocidad de procesamiento reducida indicaría que es probable que se produzcan alteraciones en la estabilidad postural.
La instauración de terapias de rehabilitación de la velocidad de procesamiento podría compensar la inestabilidad postural y evitar caídas. GINDAT investiga actualmente el efecto de la rehabilitación cognitiva en la estabilidad postural.